Y es que cuando nos sentimos felices y mantenemos una actitud positiva, nuestro sistema inmune reconoce esto como un estado de fortaleza de nuestro cuerpo, ayudándonos a combatir y enfrentar mucho mejor cualquier agresión externa.
Incluso se han desarrollado diversos estudios que comprueban esta teoría. La Universidad de Londres investigó el tema y concluyó que, al mantener una actitud positiva, nuestro organismo lo reconoce y lo manifiesta como un adecuado funcionamiento de las células y tejidos de nuestro cuerpo.
Por el contrario, cuando nuestro estado de ánimo es muy bajo o inestable, o tenemos una actitud negativa, nuestro cuerpo le envía estas señales al sistema inmunológico, el cual se debilita y aumenta la producción de cortisol.
¿Qué significa esto? Según los estudios, las personas con una actitud más negativa, tienden incluso a padecer de enfermedades como la obesidad, diabetes o hipertensión.
Por eso, es importante realizar actividades y rodearnos de personas que nos entreguen felicidad.
Realiza una lista con aquellas actividades que te producen felicidad, como, por ejemplo, cocinar un rico postre, bailar, dibujar, o lo que tú sientas que te hace bien. Deja esta lista en un lugar visible, y realiza estas actividades de forma constante.
También puedes seleccionar tus frases de motivación preferidas, escribirlas en post-it, y dejarlas en tu velador, tu refrigerador, ¡o incluso en tu baño! Lo importante es que puedas verlas, leerlas y motivarte con ellas en cada momento.
¡Y no olvides la importancia de tu alimentación en tu estado anímico! Una dieta equilibrada también es clave para que podamos mantener un estado de ánimo positivo, ¡y por ende, estar más saludables mental y físicamente!
¡Cuidamos lo que más amas!
¡Mantenerte feliz ayuda a tus defensas!
