Es por eso que, a temprana edad, la elección de un juguete va más allá de solo mantenerlos entretenidos y es importante elegir aquellos que van acorde a su edad y desarrollo.
Entre los 2 a 3 años, edad a la que ya pueden ingresar al jardín infantil, se recomiendan juguetes que estimulen su creatividad y desarrollo físico. Entre los primeros están los bloques de construcción (Lego), los cubos con letras y números, rompecabezas con perillas (piezas con formas definidas de objetos que encajan en escenas simples), muñecas con las que puedan interactuar (bañar, alimentar, vestir, etc), instrumentos musicales, entre otros. Y entre los segundos sería apropiado contar con un triciclo, scooter, bicicleta de equilibrio (sin pedales), todas siempre acompañadas de casco y otros elementos de seguridad como coderas y rodilleras.
Entre los 4 y los 6 años, la actividad física se incrementa, al igual que la imaginación y la fantasía, además de generar habilidades sociales al interactuar con otros niños. Aquí, los juguetes de la etapa anterior suben su dificultad: bloques de construcción más pequeños para armar figuras con más detalles, rompecabezas de imágenes que permitan jugar en familia, se pueden integrar juegos de mesa sencillos, etc.
Además, para fomentar su imaginación y fantasía pueden recurrir a disfraces y juegos/juguetes que les permitan desarrollar un rol como doctora, cocinero, bombera, profesor, entre otros, que les ayude a recrear situaciones junto a otros niños, y muñecos articulados que permiten crear mundos de fantasía que generalmente representan sus estados de ánimo.
Siempre debemos tener en cuenta que cada niño y niña es único, es por eso que la elección de un juguete implica identificar el momento evolutivo de cada pequeño y pequeña, así como también su personalidad y sus gustos, además de su edad, pero siempre debemos buscar algo que ayude a su desarrollo integral.
