Las complicaciones en la salud de la madre y del bebé, producto del consumo de tabaco durante el embarazo, pueden ser varias.
Comenzando por el efecto del humo del tabaco mismo, que contiene sustancias químicas que son inhaladas por la madre, y por ende, llegan al bebé.
El más nocivo de sus componentes, es la nicotina, presente en la gran mayoría de los cigarrillos de venta pública y que provoca una importante reducción del oxígeno que le llega al bebé en gestación.
¡Y no sólo eso! Pues, además, el consumo de tabaco y nicotina disminuye la calidad y cantidad de vasos sanguíneos que componen el cordón umbilical, conducto esencial para la alimentación y supervivencia del pequeño.
Y es que el tabaco tiene una serie de efectos que pueden ser muy perjudiciales, tales como provocar un parto prematuro, malformaciones de tu bebé, enfermedades de carácter renal y/o respiratorias, bajo peso, descalcificación, entre varios otros.
Incluso, el consumo de tabaco durante el embarazo puede llegar a tener consecuencias tan graves y tristes, como la muerte súbita de tu pequeño.
Por estas razones, es que, si estás pensando en ser madre, lo recomendable es dejar el consumo de tabaco al menos tres meses antes de la gestación. De esta forma, tu cuerpo logra desintoxicarse. ¡Y suma a tu pareja a dejar este hábito!
¡Haz de tu embarazo una etapa segura, saludable y memorable cuidándote!
¡Cuidamos lo que más amas!