Aquí es importante destacar que para un niño o adulto sano el consumo de colación es necesario cuando no se ha ingerido algún tipo de alimento por más de 4 horas o cuando las comidas principales no han sido suficientes para satisfacer las necesidades nutricionales. Cabe destacar que Chile posee una de las cifras de obesidad infantil más altas del planeta.
Es por ello que apuntamos a que, en la medida de lo posible, los niños y niñas puedan contar con una alimentación sana y colaciones hechas en casa que son más saludables.
Y si bien en los jardines infantiles les dan a los padres una pauta que indica qué alimentos deben llevar los niños cada día de la semana, aquí te damos algunas ideas para ir variando dentro de lo establecido:
En el caso de los sandwiches, y para salir del clásico jamón-queso o mermelada, es aconsejable que contengan como base una proteína y un vegetal, y adicionalmente un lácteo y/o una grasa saludable. Por ejemplo, el clásico jamón-queso que mencionamos anteriormente agrégale tomate. Otras combinaciones pueden ser pollo, lechuga, palta, o atún, quesillo, tomate, o huevo duro, jamón, queso crema. Ahora, si tu hijo consume más verduras puedes aventurarte a integrar pepino, cebolla caramelizada, humus, berros, pasta de aceitunas, palmitos, etc.
La fruta fresca siempre es una buena colación. Para los niños es bueno aportar variedad y colores, siempre cortadas en tamaño adecuado a su crecimiento y dependiendo del gusto, añadir alguna salsa para untar.
Las barras de cereal son otra opción y si bien en el mercado hay muchas y sacan de apuro, pueden tener mucha más azúcar de la recomendada, además de ingredientes artificiales. Es por eso que aquí te dejamos una receta sencilla y rápida:
1 ½ taza de avena integral o en hojuelas (puedes mezclar avena y quinoa pop)
? de taza de frutos secos picados (mix nueces y almendras)
¼ de taza de chips de chocolate (puedes reemplazar por semillas de girasol o zapallo)
? de taza de frutas deshidratadas picada (manzanas, arándanos, dátiles, etc)
? de taza de miel
Pon todos los ingredientes en un bowl y mezcla bien. En un molde de queque rectangular o similar con papel mantequilla en su interior, vierte la mezcla. Con cucharas mojadas (para evitar que se pegue la mezcla) aplasta lo más que puedas para ir acomodando.
Pon otro trozo de papel mantequilla encima y presiona fuerte, debe quedar bien compacto. Lleva al refrigerador por aproximadamente 5 horas. Luego puedes retirarlo del molde, quitar el papel y cortar con forma de barritas. Puedes envolverlas en el mismo papel mantequilla y/o film.
