Pero, ¿en qué debes poner atención para saber que todo está normal? ¡Presta atención que aquí te contamos!
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Alimentación: En los bebés más pequeños, la lactancia debe ser una demanda libre para así entregarle a tu bebé los nutrientes y vitaminas que necesita. Lo ideal es que busques un lugar cómodo donde alimentarlo pues, por lo general, su demanda de leche es de entre 10 a 12 veces al día.
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Ropa: Es recomendable que tu bebé use ropa de algodón, pues así cuidarás su piel de irritaciones y le darás mayor flujo de aire. Ten en cuenta que su ropa de cama también debe ser de este material, pues también tiene contacto directo con su piel. En cuanto al lavado de sus prendas, lo recomendable es que sea con jabón neutro o de bebé.
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Temperatura: Lo ideal para un bebé, es estar en un ambiente de temperatura estable y templada, así podrá mantener su temperatura corporal entre los 36,3 y los 36,5 grados.
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Coloración de la piel: Cerca de un 90% de los bebés tiene la piel con un tono un poco amarillo luego del segundo día de vida, el que va desapareciendo durante la primera semana. ¿Cómo desaparece esta coloración? Ayuda mucho la luz solar y una buena alimentación, pues tu bebé eliminará este tono a través de las deposiciones.
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Higiene: Mantener a tu bebé limpio es muy importante. Por eso, procura darle su baño o limpieza diaria y mantenlo siempre con su ropa y pañal limpio para evitar problemas en su piel o irritaciones.
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Llanto: Las causas más comunes del llanto de un bebé son por hambre, pañal, frío o gases.
- Deposición: Por lo general, el número de deposiciones de tu bebé es proporcional a la cantidad de veces que lo alimentas. En un inicio, sus deposiciones serán de color verde oscuro (meconio), luego pasarán a un tono amarillo, y cuando cumpla un mes de vida, regulará la cantidad de sus deposiciones entre 1 y 3 al día.
¡Cuidamos lo que más amas!