La reserva ovárica corresponde a la cantidad de óvulos que tiene cada mujer en un momento específico o etapa de su vida.
Si hay algo que los especialistas afirman, es que la reserva ovárica de cada mujer disminuye con el paso de los años, comenzando, generalmente, a los 35 años.
Sin embargo, no para todas las mujeres es igual, pues en algunos casos, la reserva ovárica de algunas mujeres no corresponde a su edad, pudiendo tener una menor cantidad de óvulos funcionales, a lo que se le llama “reserva ovárica disminuida”.
La reserva ovárica disminuida puede deberse a varios factores, dentro de ellos la genética de cada mujer, un tratamiento de radioterapia o quimioterapia, o haber tenido una cirugía de ovario.
Pero, ¿cómo medir la reserva ovárica? Lo primero que se considera es la edad de cada mujer, dato que puede entregarle a los especialistas un panorama general del resultado.
En cuanto a exámenes, los más simples son aquellos que por medio de la sangre miden la hormona folículo estimulante (FSH) y estradiol.
Además, comúnmente se realiza un examen de sangre que mide la hormona antimulleriana (AMH). Este examen mide una sustancia que segregan los folículos ováricos y se realiza en cualquier momento del ciclo menstrual.
Por otra parte, está el recuento de folículos antrales, que por medio de una ecografía permite observar los folículos de cada ovario, y a mayor cantidad, mayor es la reserva ovárica.
Para realizar estos exámenes, es necesario acudir a un ginecólogo que nos oriente y que pueda llevar un registro de nuestro historial, entregándonos información detallada acerca de nuestro caso personal.
Recuerda que no todos los cuerpos son iguales, y que si bien hay ciertos parámetros que establecen la normalidad según edad, pueden existir excepciones.
¡Anímate, contrólate y prepara tus chequeos!
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