Alrededor de los 2 meses de vida, los pequeños comienzan una etapa de descubrimiento, tanto de su musculatura como de las capacidades que tienen de hacer sonidos y diferentes movimientos con su boca y lengua.
Eso, conlleva que la saliva de tu bebé comenzará a salirse con mucha frecuencia de su boca, ¡incluso empapando su ropita, juguetes y mantas llenas de baba!
Y es que los bebés, a diferencia de los niños y adultos, aún no tienen dominio de su musculatura ni tienen desarrollada la barrera principal que mantiene la saliva dentro de su boquita, que son sus dientes.
Pero, ¿para qué sirve y qué refleja la saliva? Hay algunos factores que hay que considerar. El primero, es que la saliva, tanto en bebés como en las personas de cualquier edad, es necesaria para una correcta digestión, pues nos ayuda a humedecer los alimentos que ingresan a nuestro organismo.
Por otra parte, la gran mayoría de los bebés salivan más de la cuenta antes de comenzar con su etapa de dentición.
Esto coincide con que, con la llegada de sus dientes, tu pequeño ya tendrá una barrera que frenará el flujo de saliva, y también tendrá mucho mayor dominio de su musculatura, ¡porque lo que comenzando su alimentación más sólida tu pequeño dejará atrás la etapa de babear en exceso!
Es importante supervisar siempre la higiene de nuestros pequeños en esta etapa, pues su saliva podría causarle algunas irritaciones en su delicada piel. Un pañito de algodón será perfecto para limpiarle el exceso de saliva, y un lindo babero es ideal también para proteger sus prendas.
¡Y no te olvides de su cuidado bucal! El hecho de que tu bebé aún no tenga sus dientes, no significa que debemos dejar de lado su cuidado bucal. Antes de la aparición de sus primeros dientes, es importante que limpies su boquita con un cepillo dedal suave, el que debes pasar por sus encías, lengua y contorno interior de su boca.
¡Cuidamos lo que más amas!
¿Por qué babean los bebés?
