El encierro, el sacarlos de su rutina del colegio o jardín, la falta de sus amigos y muchos otros factores, hacen que nuestros niños se vean, sin querer, afectados en su ánimo.
Los más pequeños tienen mucha más energía y están en una etapa donde necesitan constantemente de estimulación. Están aprendiendo cada cosa que ven, que escuchan, incluso con lo que tienen contacto.
Además, se encuentran en un ambiente donde quizás sus padres están trabajando, por lo que no tienen toda la atención necesaria.
También el acceso a los medios de comunicación es un factor. Es muy importante que los niños sepan por lo que estamos pasando, así, podrán tener los cuidados de higiene necesarios para prevenir contagios y estarán aprendiendo. Pero el hecho de ver noticias que están creadas para el entendimiento de un adulto, no siempre es beneficioso para los niños. Es mucho mejor si tú les explicas lo que sucede, siempre con un lenguaje y conceptos que para ellos sea entendible.
¡Las dudas siempre surgirán! Pero con tus respuestas puedes contribuir a bajar su ansiedad e irritabilidad.
La contingencia mundial afecta también a los más pequeños y es importante ver y analizar el comportamiento de los niños, así podemos ayudarlos y orientarlos para darles un soporte emocional.
¡Así será mucho más fácil enfrentar esta situación desde el amor, como familia!
Tu presencia, tus consejos y la información que tú le entregues a tus hijos es clave para ayudarlos a comprender el contexto de lo que vivimos en el mundo.
Además, intenta planificar sus actividades de estudio, de juego, de estimulación, de ejercicios y también para compartir todos como familia.
Es importante intentar que los niños no pierdan sus rutinas de estudio, comidas y sueño, ¡pero no les traspases el estrés! La situación actual nos permite ser más flexibles sin ser eso contraproducente para los más pequeños.
¡Cuidamos lo que más amas!