Los accidentes en el agua son mucho más comunes de lo que esperamos y quisiéramos, y durante la temporada de verano, el número se incrementa.
Por eso, queremos compartir contigo algunas recomendaciones que te servirán para que tanto tú como tus pequeños puedan disfrutar del agua de forma segura.
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Asegúrate que un adulto siempre esté observando a los niños mientras están en el agua. Es fundamental que tú u otro adulto “vigile” a los niños mientras se divierten, pues recuerda que sólo bastan un par de segundos y muy poca agua para que pueda ocurrir un accidente.
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Idealmente, el adulto responsable de observar a los niños debe saber nadar o estar dispuesto a acudir al rescate en caso de emergencia.
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Además, es fundamental lograr detectar a tiempo un potencial riesgo para los niños. De esta forma, se podrán evitar accidentes.
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Si tus hijos aún no saben nadar, ¡protégelos con un flotador tipo chaleco! De esta forma, podrás tener mayor seguridad de que se mantendrá a flote.
- En caso de que tus hijos sean muy pequeños, lo recomendable es que siempre estén en el agua junto a un adulto. En esta etapa, necesitan confianza y mayor protección, por eso, ¡no los dejes solos en el agua!
Especialistas recomiendan y destacan los beneficios que tiene el incorporar a los niños a clases de natación desde temprana edad, incluso desde su primer año de vida. Adquiriendo estas habilidades, los niños podrán desenvolverse de mejor forma en el agua, logrando mayor independencia, ¡y disfrutando de cada momento en el agua!
Además, siempre es importante tener a mano chalecos y flotadores salvavidas que nos permitan una reacción más rápida en caso de accidente.
Y en cuanto a capacitaciones, los padres y cuidadores pueden instruirse acerca de técnicas de RCP (reanimación cardiopulmonar), ¡y así incluso salvar vidas!
Prepárate para disfruta de un verano entretenido, tranquilo y seguro en compañía de tu familia y amigos.
¡Cuidamos lo que más amas!