Antes de viajar, es recomendable que armemos un pequeño botiquín con todos aquellos elementos que pueden sernos de mucha ayuda en caso de un imprevisto fuera de casa, ¡sobre todo si viajas con niños!
Por eso, aquí te dejamos algunas ideas que podrían serte de gran ayuda.
¡Toma nota!:
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Termómetro: Este pequeño instrumento es fundamental para poder tomar acciones y medidas. Saber si tu pequeño tiene elevada la temperatura te ayudará mucho para saber qué remedio puede tomar o si es necesario llevarlo a un centro de salud. ¡También puedes llevar entretenidas banditas que toman la temperatura!
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Banditas: Los popularmente conocidos como “parche curita” son prácticos, livianos, ¡y pueden ser de gran ayuda en caso de heridas pequeñas! Mucho mejor si tienen diseños de los personajes preferidos de tus niños.
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Paracetamol para niños: Este tipo de medicamentos es muy útil en caso de que tu pequeño presente fiebre o dolor. También se utiliza en caso de gripes suaves.
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Repelente de insectos: La piel de los más pequeños es muy sensible y muchas veces, presentan reacciones alérgicas a las picaduras de insectos. Por eso, un repelente será un excelente aliado tanto para tu hijo como el resto de la familia.
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Alcohol y alcohol gel: Desinfectante por naturaleza. Práctico y muy útil para limpiar las heridas antes de protegerlas con una bandita o un parche.
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Pinzas: ¿Una astilla entró en dedo? ¡Tener una pinza a mano será tu salvación!
- Protector solar y aloe vera: Si viajas con niños, el protector solar no debe faltar sin importar la temporada. Adicional a eso, incluye aloe vera, que sirve para refrescar e hidratar la piel en caso de una exposición muy prolongada al sol.
Siempre ten en consideración que en caso de necesitar más implementos que los básicos, lo recomendable es llevar a tu pequeño a un centro de salud. ¡Nunca lo automediques! Si notas que tu bebé tiene más fiebre de lo habitual, está inapetente o presenta síntomas anormales, siempre recurre a un experto que pueda orientarte.
¡Cuidamos lo que más amas!
