Despedirse de este fiel accesorio no es fácil para los niños pequeños, pues generan un apego y rutina de uso que no es fácil erradicar de su día a día, menos si llevan mucho tiempo usándolo.
Pero, ¿cómo saber cuándo es el momento ideal para dejar de usarlo? Según expertos, lo recomendado es limitar el uso del chupete una vez que los niños ya tengan todos sus dientes de leche asomados, se comunique e ingiera alimentos sólidos.
De esta forma, estaremos previniendo deformaciones bucales y dentales en nuestros pequeños.
Pero por mucho que tengamos claro el momento de retirar el chupete, llevarlo a cabo no es fácil. Para comenzar este proceso, debemos conversar con nuestros niños. Contarles que los niños de su edad no usan chupete, decirle las razones e ir limitando el uso exclusivamente para dormir, luego sólo por las noches, hasta quitarlo definitivamente.
Si tienes hijos mayores, hazles ver su ejemplo, que tanto ellos como tú no usan chupete. Recuerda que gran parte del aprendizaje de los niños es gracias a la imitación, y si ven que sus padres y hermanos no lo usan, puede ser más fácil que lo dejen.
Es inevitable que los niños insistan en usarlo, y es que el chupete ha sido su compañero por el tiempo suficiente como para generar apego, haciéndolos sentir cómodos y tranquilos cada vez que lo usan.
¿Otras técnicas? ¡Pueden intentar que lo obsequie! Por ejemplo, si se acerca Navidad, puedes decirle a tu pequeño que, si deja el chupete cerca del árbol, ¡probablemente el Viejito Pascuero le hará un cambio del chupete por un entretenido obsequio!
Y si van fuera de casa, intenta no pasarle el chupete. Lo ideal es que nadie se lo recuerde. Entretener a tu pequeño y distraerlo, puede ser muy útil para que no le haga falta, sin embargo, muchas veces lo pedirá, y en este punto, es importante tener paciencia y hablarles siempre desde el amor.
Refuérzale que lo está haciendo muy bien, que sus dientes se ven mejor desde que no usa el chupete y que al no usarlo ya es todo un niño grande. Dale la confianza que necesita para no volver atrás.
Recuerda que sea cual sea la técnica que prefieras, siempre realízala de forma gradual, comenzando por conversar con tu pequeño y limitándole el uso hasta que ya no le haga falta.
¡Cuidamos lo que más amas!